Las fórmulas de izquierda ya no tienen sentido: lo único que hacen es arruinar los paises moral y económicamente. Y los izquierdistas lo saben por eso se precipitan hacia un populismo irresponsable y hacia una destrucción de la derecha, que ocupa ahora el lugar de la defensa de los ciudadanos y no apunta hacia la ruina de un país sino hacia su mejora.