En la asamblea de Cristo (Iglesia) brilla una sabiduría milenaria. Confundimos el saber de la Asamblea con el acto humano, que siempre encierra en sí el bien y el mal. La lucha contra el mal es un acto de voluntad humana, que nos lleva al sacrificio, al esfuerzo y al trabajo. La dualidad de lo de dentro y de lo de fuera- del espíritu y su manifestación en acto- lo explica la asamblea de Cristo en la dualidad de Pedro (lo de fuera, el elemento constructor) y Juan (lo de dentro): lo exotérico y lo esotérico.