"La izquierda no sabe
o no quiere distinguir el mérito del privilegio y cree que la
ignorancia y la falta de exigencia son garantías de la igualdad, cuando
lo único que hacen es agravar las desventajas de los pobres y asegurar
que los privilegiados de nacimiento no sufren la competencia de quienes,
por falta de medios, solo pueden desarrollar sus capacidades y ascender
profesional y socialmente gracias a la palanca más igualitaria de
todas, que es una buena educación pública" (Antonio Muñoz Molina, El País, 9 de noviembre de 2014).