El amor se hace drama cuando queremos hacer nuestra voluntad: no hemos aprendido de la tragedia que el afán de hacer lo que se desea es propia de dioses. La acción propia de los hombres es la aceptación desde la humildad y la sencillez. El amor es eso: aceptación, humildad y sencillez por eso en el Cristianismo el Amor nace en un pesebre.