lunes, 24 de enero de 2011

Cuando azota la adversidad, se echa la culpa al cristianismo

"¿Por qué os quejáis del cristianismo cuando os azota la adversidad? ¿No es porque estáis deseando gozar con seguridad de vuestros excesos y nadar en las aguas corrompidas de vuestras inmoralidades, lejos de toda molestia incómoda?" (La ciudad de Dios, Agustín de Hipona, Editorial Homo legens, p. 42).