lunes, 18 de febrero de 2013

Salirse de lo habitual para crecer

Las acciones habituales no son necesariamente las que más nos convienen en toda ocasión.  Es importante ir abriendo nuestro repertorio de respuestas y de actitudes para poder así propiciar que crezca nuestro mundo.  Cuando decidimos hacer esto pueden surgir miedos, inseguridades porque caminamos por lugares nuevos o por lugares que en otras ocasiones nos han causado unas desazones que nos han hecho volver a nuestra zona de confort (a nuestra realidad vista en zapatillas).
Me gustaría tener una fórmula para resolver estos lastres:  no la tengo.  Rezar ayuda:  dejamos nuestras maquinaciones, generadoras de miedo y abandonamos una responsabilidad que no nos corresponde.  Lo nuestro es aprender a amar con esponjosidad y porosidad:  donde hay miedo y maquinación todo se convierte en roca.