sábado, 23 de octubre de 2010

Por encima de las circunstancias

El Sistema siempre queda vencido por el propio debilitamiento del Sistema. Como Sistema, con mayúsculas, su función es imponerse, dominar por encima de la ley y de la dignidad humana. Los que conservan la lucidez para oponerse o la fuerza para atacarlo nunca lo podrán derribar. Sin embargo, estos hacen algo muy importante: con su testimonio elevan la altura de los tiempos por lo que en épocas constructivas, con el orden y el imperio de la ley por estandarte, el nuevo edificio tiene que comenzar a levantarse a partir de su nivel. Por lo tanto, hay que estar a la altura de los tiempos, cuando los tiempos son de altura y por encima de las circunstancias cuando éstas son degradantes. A esta actitud, cuando el idioma español tenía sentido en España, se la llamaba "edificante", la contraria -ya está dicho- es "degradante".