domingo, 17 de abril de 2011

Castillos (no en el aire, en las palabras)

Los castillos no se levantan en el aire, se levantan sobre las palabras: hablamos demasiado, actuamos poco, tocamos menos, se nos va la vida entre los dedos, me refiero a los dedos, a esos dedos que usamos para tocar las máquinas, los teclados. Así trazamos un plan de operaciones sin sangre, es decir, sin vida.