lunes, 19 de julio de 2010

Destino

Si somos capaces de hacer acto lo que llevamos dentro, cumplimos nuestro destino. En la incapacidad es donde vive la frustración, la desgana, la desazón y su remedio: hundirnos en las vidas ajenas o en una vida ajena a nosotros mismos, acción que nos es impropia. No conviene olvidarse que todos somos singulares y en esa singularidad es donde vive la verdad de cada uno.